De la migración a la nube a la IA generativa: la nueva frontera de la innovación empresarial

En este episodio de nuestro podcast, tuve el placer de conversar con Bogdan Djoric, CEO de My Cloud Door Colombia, ex IBM y ex CIO de la Bolsa de Valores de Colombia. Con más de dos décadas de experiencia en el mundo de la tecnología, Bogdan compartió su visión sobre la adopción de la nube y el uso de la inteligencia artificial (IA) como motores de transformación en las organizaciones modernas. A continuación, te presento los puntos más relevantes y fascinantes de nuestra charla.

El recorrido de Bogdan y la experiencia multisectorial

Bogdan tiene un perfil único: nació en la antigua Yugoslavia (actual Serbia) y se formó en Ingeniería Informática. Luego pasó por España y, finalmente, aterrizó en Colombia hace más de una década de la mano de IBM. Después de trabajar como líder de arquitectura y soluciones para la banca y ser el CIO de IBM Colombia, desempeñó el rol de VP de Tecnología y CIO de la Bolsa de Valores de Colombia, donde gestionó proyectos de gran envergadura.

Hoy, desde My Cloud Door Colombia, Bogdan se dedica a ayudar a empresas de diversos sectores a optimizar costos, acelerar la transformación digital y, sobre todo, a aprovechar los beneficios de la nube pública y de las soluciones basadas en IA.

La nube: un habilitador que va mucho más allá del ahorro de costos

Aunque la adopción de la nube lleva años sonando fuerte, todavía es un terreno con enormes oportunidades. Para Bogdan, la nube no solo se traduce en ahorro (aunque ese es uno de los atractivos iniciales), sino que aporta otras ventajas cruciales:

1. Velocidad y disponibilidad: Pasar la tarjeta de crédito y contar con infraestructura lista al instante ya es una realidad. Configurar, desplegar y asegurar servicios en la nube resulta mucho más rápido que la adquisición tradicional de hardware.
2. Acceso a nuevas tecnologías: Herramientas de big data, analítica, IA y modelos entrenados están a un clic de distancia; la nube acerca todo ese arsenal a empresas de cualquier tamaño.
3. Escalabilidad y elasticidad: Puedes encender o apagar recursos según la demanda, algo que en entornos “on-premise” (en tus propios servidores) se hace complejo y caro.
4. Transformación cultural: La nube exige hábitos nuevos –por ejemplo, apagar servicios que no se usan para reducir costos– y una gobernanza más ágil y disciplinada, lo cual modifica la forma de trabajar en las organizaciones.

El auge de la IA generativa y su sinergia con la nube

La conversación derivó en la IA generativa (como ChatGPT, Bard o similares). ¿Por qué la nube se vuelve tan clave en este escenario? Bogdan explicó dos grandes razones:

1. Potencia de cómputo: Entrenar y ejecutar modelos de IA a gran escala requiere un músculo computacional inmenso. La nube permite escalar sin límites cuando los proyectos crecen.
2. Centralización y gobierno de datos: Los modelos de IA viven de la calidad de los datos. Construir un data lake robusto en la nube ayuda a reunir y unificar datos dispersos (bases de datos internas, Excel, sistemas transaccionales, etc.) con facilidades nativas para limpieza, gobierno y seguridad.

Esto último es crítico: muchas empresas no pueden subirse a la ola de la IA simplemente porque sus datos están dispersos y en formato heterogéneo. Por ello, antes de soñar con algoritmos predictivos o asistentes inteligentes, se requieren proyectos de consolidación y gobernanza de la información.

Casos de uso: lo que viene y lo que ya está pasando

Bogdan narró casos de clientes que buscan:

• Chatbots inteligentes de atención al cliente, donde ya no es necesario programar cada ruta de preguntas, sino que el sistema comprende el lenguaje natural y responde de manera relevante.
• Consultas en lenguaje natural sobre datos de ventas y operaciones. En lugar de depender de un desarrollador o un departamento específico para generar reportes, se pueden hacer preguntas al sistema (ej.: “¿Cuáles fueron los productos más vendidos en Medellín el último trimestre?”) y recibir al instante un resultado confiable.
• IA para la educación, donde agentes inteligentes puedan asesorar a los estudiantes en el aprendizaje de asignaturas o incluso practicar idiomas.
• Procesos internos optimizados, desde la gestión de documentos jurídicos hasta la verificación de riesgos en proyectos.

Sin duda, la IA generativa democratiza el acceso a la inteligencia de negocio: ahora cualquier persona, con el prompt adecuado, obtiene en segundos lo que antes podía requerir días o semanas.

Riesgos, ética y gobernanza: no todo es color de rosa

Uno de los asuntos que más preocupa en la adopción de la IA es la alucinación: a veces estos sistemas inventan o mezclan datos sin un fundamento real. Otros temas delicados son el sesgo, la manipulación, la privacidad y el posible uso malicioso (por ejemplo, el deepfake o el robo de identidad).

Por ello, Bogdan destaca la necesidad de un marco de adopción, que incluya:

• Gobernanza clara: definir quién es responsable de la supervisión y actualización de los modelos.
• Procesos y cultura: no basta la tecnología. Hay que capacitar a la organización en el uso y manejo responsable de la IA.
• Roles y personas: especialistas en datos, arquitectos de soluciones, personal de seguridad y cumplimiento regulatorio.
• Control y monitoreo continuo: medir indicadores de desempeño, riesgos y costo-beneficio para no perder visibilidad.

Recomendaciones de lectura y cierre

Si quieres profundizar en este tema, Bogdan recomienda varios libros sobre IA y reflexiones sobre el futuro de la tecnología:

• “Artificial”, de Tom Barker Belk y Jerome Hallick (entre otros autores que abordan la IA de forma divulgativa).
• Los libros de Yuval Noah Harari, que, si bien no son puramente técnicos, ofrecen reflexiones sobre el impacto de la tecnología en la civilización.

Como él mismo señala, la adopción de la IA generativa se da en iteraciones, y cada empresa elige sus batallas. Para iniciar, lo ideal es establecer una estrategia, invertir en la calidad de los datos, considerar la seguridad (ciber y jurídica) y experimentar sin miedo al error.

En definitiva, la clave está en encontrar un socio experto que ayude a alinear la tecnología con los objetivos del negocio y a gobernarla de forma adecuada. Es un cambio a mediano y largo plazo, pero quien no entre en la ola ahora podría quedarse rezagado.

Conclusión

La conversación con Bogdan Djoric deja claro que estamos en medio de una transformación impresionante. La nube es el pilar que habilita velocidad y escalabilidad, mientras la IA generativa redefine la forma en que nos comunicamos con los datos y tomamos decisiones.

¿El reto? Hacerlo con gobernanza, seguridad y una visión estratégica, porque la IA, por muy seductora que sea, no puede resolver el caos de datos ni la falta de cultura digital de la noche a la mañana. Es hora de construir bases sólidas: centralizar datos, formar talento y revisar los procesos. Sin duda, el futuro pertenecerá a quienes comprendan y adopten con criterio estas tecnologías.

¿Te gustó este resumen? Comparte el episodio y cuéntanos en redes sociales cómo tu organización está afrontando el salto hacia la nube y la IA. ¡Hasta la próxima!

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